lunes, 8 de marzo de 2010

Sobre la Fiesta de Santo Tomás de Aquino


Ayer inaugurábamos este blog a la vez que celebrábamos la Fiesta de Santo Tomás de Aquino, cuya significación es muy especial para los universitarios. El origen de esta celebración en el ámbito universitario es casi tan antiguo como la misma canonización del Aquinate. Me referiré particularmente a España, aunque por todas las universidades de la Cristiandad se extendió de manera especial la fiesta y la devoción de este santo.

Cuando una "Real orden" de Alfonso (el mal llamado Alfonso XIII, rey no legítimo) de febrero de 1922 fijó oficialmente para España el día 7 de marzo, Fiesta de Santo Tomás, como "Fiesta del estudiante" para todas las universidades, muchos sectores progresistas y anticristianos se quejaron por el cariz religioso de una fiesta que consideraban que debía ser "laica". Sin embargo, esta medida se debió a la petición de numerosos académicos y colectivos universitarios, y estaba basada en una larga tradición que pertenecía a la pura esencia de la Universidad.


En el s. XV empieza a formarse el caldo de cultivo del tomismo en las universidades españolas, puesto que la devoción por Santo Tomás no fue especialmente popular entre la gente común, pero sí rápidamente entre los académicos, y como es natural, más aún entre sus hermanos de hábito, los dominicos. Entre el s. XIV y XV ya encontramos muestras de gran estimación hacia él, así como de la importancia de su fiesta, tal como leemos en los versos del poeta Alfonso Álvarez de Villasandino:


Omne que presente estás,
el compás
de esta vida adversaria
mira bien e tú verás
que el doctor Santo Tomás
non de cras,
mas adelante, ordenaria
es su fiesta necesaria
con que marzo gozarás


La importancia de la doctrina tomista en las universidades españolas se hizo sentir muy pronto, con grandes representantes como Diego de Deza, que fue uno de los más grandes promotores de la doctrina de Santo Tomás entre el s. XV y XVI, como atestigua el magnífico cuadro de Zurbarán, "Apoteósis de Tomás de Aquino". En él aparece de manera destacada Diego de Deza al lado del emperador Carlos V, venerando al Doctor Angélico . Deza llegó a ser arzobispo de Sevilla y allí fundó el colegio de Santo Tomás, en el que prohibió la enseñanza del nominalismo e introdujo la Summa como texto de exposición, lo que iba a extenderse por otros muchos sitios, particularmente a Salamanca. Mucho podríamos decir de la encarnizada lucha de los dominicos salmantinos por mantener el tomismo puro en la Universidad, frente a los planes del Cardenal Cisneros de introducir el nominalismo, pero nos desviaría demasiado del tema concreto. Baste decir, que aún siendo las Sentencias de Pedro Lombardo el texto oficial en los estudios de teología, tal como establecía el Papa Martín V, Francisco de Vitoria introdujo también la Summa, como había visto en Saint Jacques de Paris, donde tuvo de maestro a Pedro Crockaert. Y los dominicos de la Escuela de Salamanca hicieron todo lo posible para introducir a Santo Tomás en todas las catedras, incluso creando una de Santo Tomás propiamente, hasta finalmente conseguir que se cambiara oficialmente el texto de Lombardo por la Summa, con la reforma de Diego de Covarrubias de 1561.

Como vemos, rapidamente las recientes cátedras de teología se vieron impregnadas por el tomismo, y en cuanto a la fiesta de Santo Tomás, la primera que la establece oficialmente es la Universidad de Singüenza, tal como ordena su fundador Juan López de Medina en su Constitución de 1485-1488. A ésta le sigue Sevilla, gracias al propio Diego de Deza (1508), Toledo (1529), Valladolid (1545). En ese día se suspendían las clases y se asistía a Vísperas y a Misa, generalmente en los conventos dominicos, a donde se trasladaba el Claustro y algunos alumnos. Se leía además un panegírico de Santo Tomás.

Pero más allá de esa oficialización en las constituciones de las universidades, como decíamos al principio, y es el caso de Salamanca, la celebración es casi tan antigua como la canonización del Aquinate. En Salamanca, el rey Juan II autoriza en 1413 un hospital de Estudio con el nombre de hospital de Santo Tomás de Aquino, y en otra cédula de 1417 manda guardar la fiesta en todo el reino. Este rey tuvo una especial devoción a Santo Tomás y según las crónicas, él mismo nació el día 6 o 7 de marzo en un monasterio dominico de Toro.

El caso de Salamanca es como decimos, bastante antiguo, y la celebración se remonta en la ciudad hasta 1481, cuando gracias a un acuerdo, el Claustro y los estudiantes asistían al convento de San Esteban a los oficios ese día para honrar al santo de la Orden de Predicadores. La devoción y el cuidado por esta celebración se hace aún mayor en toda la Cristiandad, cuando Santo Tomás es nombrado Doctor de la Iglesia por San Pío V, y en su bula Mirabilis Deus, de 1567 establece además el día de Santo Tomás como precepto en todo Napolés, y recomienda la celebración en todas partes, concediendo además especiales indulgencias. En Madrid asiste a las celebraciones solemnes la Familia Real.

Por desgracia, la costumbre de esta celebración pierde algo de fuerza durante el s. XVIII, y en Salamanca esto se va a notar también con el enfrentamiento y las disputas entre el Prior de los dominicos y el Rector de la Universidad, por cuestiones de poca importancia, pero que llevan a que los universitarios no asistan a los oficios como era habitual en San Esteban. Se sigue celebrando, sin embargo, la fiesta de la Traslación de Santo Tomás en la capilla de la Universidad, el día 28 de enero, lo que era tradicional también, aunque sin olvidar la verdadera fecha del santo en el 7 de marzo. Tras la encíclica Aeterni Patris, el padre Vilanova estableció la Academia de Santo Tomás en San Esteban, dando también una especial importancia a esa celebración tradicional de la Fiesta del Doctor Angélico, a la cual seguían, como de costumbre, asistiendo muchos profesores y estudiantes
.

Así llegamos a los años veinte, cuando se consolida la fiesta en todas las universidades españolas y es celebrada de forma solemne, siendo declarado ese día como no lectivo y como una fiesta universitaria fundamental. Sin embargo, tras el Concilio Vaticano II, con el nuevo santoral, se suprime la fecha original de la Fiesta de Santo Tomás y se establece el día 28 de enero como la fiesta oficial del santo Doctor, aunque las comunidades dominicas hacen marginalmente algunas conmemoraciones el 7 de marzo. Pero nosotros no podemos dejar de recordar este día, puesto que tradicionalmente ha sido esta fecha, en la cual murió el Doctor Angélico, la que ha celebrado la Iglesia, y como hemos visto en el caso de España, con gran devoción y fervor, por lo que no vemos la razón por la cual ha de cambiarse. Así pues, deseamos que el 7 de marzo sea y siga siedo siempre un día de verdadera celebración de este gran santo y doctor de la Iglesia Católica, patrón de todos los estudiantes y modelo excelente para todos los hombres dedicados al saber científico de cualquier tipo. Esperamos que se recupere en todo su esplendor y que con ello recupere la Universidad su auténtica esencia y dignidad.


3 comentarios:

  1. tengo una pregunta, soy asiduo lector de la catena aurea de santo tomas, pero algo me ha desilusionado pues he leido que el santo, escribio un ¿tratado sobre la alquimia? y uno sobre ¿la piedra filosofal? ¿que no es herejia eso? si pudieran aclararmelo seria de gran ayuda o si se arrepintio de esas obras en que consisten realmente, pues es probable que no sean de el y se las hayan atribuido, bueno eso

    que Dios les bendiga!!

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  2. Tenga en cuenta que santo Tomás, como santo y doctor de la Iglesia, no contiene en su obra absolutamente nada contra la Fe, sino al contrario, es quien más claramente y perfectamente ha elaborado una síntesis filosófico-teológica católica y así lo ha remarcado siempre el Magisterio de la Iglesia Católica. Es decir, o bien esa obra no es suya, o bien no contiene ninguna herejía. En el catálogo bibliográfico de la obra de santo Tomás que hace G. Manser O.P. en "La esencia del tomismo" (una de las obras más importantes sobre el pensamiento del Doctor Angélico) no aparece ninguna de las dos obras, por lo cual, supongo que no serán auténticas.

    Si algún lector nos puede decir algo al respecto, bienvenido sea.

    Gracias por su comentario.

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  3. muchas gracias me he dado cuenta de ello, se trata de obras espurias atribuidas a el con el unico fin de darles mayor credibilidad, tal como ocurria por ejemplo con los evangelios apocrifos

    que tonto fui, bueno muchas gracias por vuestra preocupacion ya que de verdad la catena aurea me ha sido de provecho

    Dios le bendiga

    Dios le bendiga

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