viernes, 3 de septiembre de 2010

San Pío X: contra el modernismo, tomismo


Recordamos hoy, tres de septiembre, al único papa santo del s. XX, San Pío X, que nos dejó la gran Encíclica Pascendi, de absoluta actualidad, que además de exponer perfectamente y condenar el modernismo (que es la suma de todas las herejías), supo encontrar con total precisión la causa y el remedio de esta enfermedad que corroe la Iglesia cada vez más:

CAUSAS Y REMEDIOS

La causa próxima e inmediata es, sin duda, la perversión de la inteligencia. Se le añaden, como remotas, estas dos: la curiosidad y el orgullo. La curiosidad, si no se modera prudentemente, basta por sí sola para explicar cualesquier errores…

Y si de las causas morales pasamos a las que proceden de la inteligencia, se nos ofrece primero y principalmente la ignorancia. -En verdad que todos los modernistas sin excepción, quieren ser y pasar por doctores en la Iglesia, y aunque con palabras grandilocuentes subliman la filosofía moderna y desprecian la escolástica, no abrazaron la primera deslumbrados por sus aparatosos artificios, sino porque su completa ignorancia de la segunda les privó del instrumento necesario para suprimir la confusión en las ideas y para refutar los sofismas. Y del consorcio de la falsa filosofía con la fe ha nacido el sistema de ellos, inficionado por tantos y tan grandes errores…

Tres son principalmente las cosas que tienen por contrarias a sus conatos: el método escolástico de filosofar, la autoridad de los Padres y la tradición, el magisterio eclesiástico. Contra ellas dirigen sus más violentos ataques. Por esto ridiculizan generalmente y desprecian la filosofía y teología escolástica, y ya hagan esto por ignorancia o por miedo, o, lo que es más cierto, por ambas razones, es cosa averiguada que el deseo de novedades va siempre unido con el odio del método escolástico y no hay otro más claro indicio de que uno empiece a inclinarse a la doctrina del modernismo que el comenzar a aborrecer el método escolástico. Recuerden los modernistas y sus partidarios la condenación con que Pío IX estimó que debía reprobarse la opinión de los que dicen: El método y los principios, con los cuales los antiguos Doctores escolásticos cultivaron la Teología, no corresponden a las necesidades de nuestro tiempo ni al progreso de la ciencia. Por lo que toca a la tradición, se esfuerzan astutamente en pervertir su naturaleza y su importancia, a fin de destruir su peso y autoridad.


REMEDIOS EFICACES

En primer lugar, pues, por lo que toca a los estudios, queremos, y definitivamente mandamos, que la Filosofía escolástica se ponga por fundamento de los estudios sagrados.

Lo principal que es preciso notar es que, cuando prescribimos que se siga la Filosofía escolástica, entendemos principalmente la que enseñó Santo Tomás de Aquino, acerca de la cual, cuanto decretó Nuestro Predecesor queremos que siga vigente y, en cuanto fuere menester, lo restablecemos y confirmamos mandando que por todos sea exactamente observado. A los Obispos pertenecerá estimular y exigir, si en alguna parte se hubiese descuidado en los Seminarios, que se observe en adelante, y lo mismo mandamos a los superiores de las Ordenes religiosas. Y a los maestros les exhortamos a que tengan fijamente presente que el apartarse del Doctor de Aquino, en especial en las cuestiones metafísicas, nunca dejará de ser de gran perjuicio…”

Sancte Pie Decime, gloriose patrone, ora pro nobis.







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